"La filosofí­a no es el arte de consolar a los tontos; su única meta es enseñar la búsqueda de la verdad y destruir los prejuicios"; Marqués de Sade.

Portada

domingo, abril 23

Materias filosóficas


1.– Etica
Introducción
La educación tiene como uno de sus fines esenciales el pleno desarrollo de la personalidad humana de los alumnos, incluyendo de modo preeminente su formación moral, de modo que el proceso y la acción educativa les permita ir asumiendo de modo crítico, reflexivo y progresivo el ejercicio auténtico de la libertad, de sus derechos y de sus deberes individuales y sociales en un clima de respeto y de tolerancia positiva hacia otras posturas morales, políticas y religiosas diferentes a las de su cultura original.
En esa misma línea se dice en el dictamen sobre la Enseñanza de las Humanidades en la Enseñanza Secundaria que la educación moral es inherente a todas las áreas de conocimiento y es una tarea encomendada a toda la comunidad educativa. Ahora bien, sin perjuicio de valorar positivamente que la acción de toda la comunidad educativa es también de carácter moral, es necesario advertir que la reflexión ética, de carácter estrictamente filosófico, es indispensable en la educación moral transmitida a lo largo de toda la Enseñanza Secundaria.
La Filosofía práctica, entendida en un sentido amplio, abarca un conjunto de temas de filosofía moral, de filosofía política y de filosofía del derecho que exigen un nivel de conocimientos superior y que son propios de la de reflexión racional y una capacidad de argumentación crítica que no se produce en el nivel de la educación moral ; por todo ello, la filosofía moral aporta específicamente una reflexión más profunda y más crítica sobre los fundamentos de la vida moral, de la acción política y de la ley jurídica y todo ello permite ayudar de modo importante a los alumnos a la construcción de una conciencia moral y cívica acorde con las sociedades democráticas, plurales, complejas y cambiantes en las que vivimos.Así pues, la Ética constituye una materia propia, autónoma, de carácter filosófico y está ubicada netamente fuera del ámbito del área de las Ciencias Sociales, aunque en permanente contacto y diálogo con sus aportaciones conceptuales.
En ningún caso y bajo ningún concepto, se puede considerar que la enseñanza de la Ética es una alternativa a la religión o religiones confesionales. La Ética debe ser patrimonio común de todos los alumnos y debe contribuir a formar ciudadanos racionales, críticos, abiertos y tolerantes ; es decir, que sepan fundamentar racionalmente sus convicciones morales y aprendan a tolerar a otros de modo positivo, es decir, a valorar y respetar las diferentes posiciones religiosas, morales o políticas por lo que tienen de enriquecimiento de la cultura humana y de aceptación de las limitaciones de la razón humana. Esa dimensión cívica de la enseñanza de la ética es muy importante en el contexto del actual sistema educativo y de la sociedad en que vivimos.
Por lo tanto, la materia de Ética para los alumnos de 4º de la ESO, refuerza de modo significativo el papel que la educación moral en toda la enseñanza secundaria y culmina con un nuevo nivel de profundización y de crítica racional todo el entramado conceptual y actitudinal que han ido construyendo los alumnos a lo largo de toda la educación obligatoriaLa reflexión filosófica propia de la ética se centra en la dialéctica conceptual de nociones contrapuestas como libertad-determinismo, derecho-deber, bien-mal, valores-disvalores, normatividad-anomia, autonomía-heteronomía, responsabilidad-irresponsabilidad, legalidad-ilegalidad etc. Además, la filosofía moral ayuda de modo específico a situar los problemas ético-políticos y ético-jurídicos en un nivel de universalidad y de abstracción racional mucho mayor que las ciencias sociales que, normalmente, se limitan a la mera descripción y explicación de hechos y de conflictos. A todo ello se añade que la ética suele presentar en forma de dilemas los problemas morales generados en el mundo actual, tratando de desarrollar en los alumnos la capacidad crítica y argumentativa de un modo eminente y evitando siempre cualquier forma de adoctrinamiento moral, político o religioso.
La dimensión filosófica de la Etica no debe ser entendida como un tratamiento historiográfico o sistemático de todas las teorías éticas que han ido surgiendo a lo largo de la historia de la cultura occidental; hay que señalar a este respecto que la práctica docente en este nivel de 4º de la ESO demanda una fundamentación filosófica de la especificidad moral de los seres humanos y de algunos conceptos claves de la moralidad humana (vgr. Libertad, autonomía, valor, norma, derecho, deber etc.) y junto a ello una breve introducción a las principales teorías éticas del mundo occidental. En ese sentido, la filosofía moral que se enseña en 4º de la ESO tiene que ser una propedéutica filosófica de carácter ético que conecte con algunos temas de la Filosofía de 1º de Bachillerato (vgr. La persona, la acción y la sociedad ) y que sirva de iniciación al vocabulario filosófico, a los procedimientos argumentativos y a las teorías filosóficas de algunos autores importantes de la filosofía occidental que serán estudiados con posterioridad.
Por último la enseñanza de la ética a los adolescentes cumple una función muy importante al proporcionarles una importante ayuda en la configuración de su propia identidad moral, ya que en esas edades los alumnos aprenden a reflexionar sobre criterios morales, sobre estilos de vida y a tomar decisiones sobre cuestiones que les interesan mucho en esa etapa de su vida (amistades, sexualidad, tiempo libre etc. )
1.1 Objetivos
1. Conocer y comprender los rasgos específicos de la moralidad humana en su práctica individual y social, valorando el significado de la dignidad personal, de la libertad de la recta conciencia, del bien y la verdad y de los principios que orientan el bien obrar.2. Comprender la génesis individual y social y la historicidad de los valores y de las normas morales, asumiendo críticamente que constituyen una construcción histórica y válida para todos los seres humanos y su fundamentación objetiva y común a todos, presente en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. 3. Valorar críticamente el pluralismo cultural y moral de las sociedades modernas, identificando las razones morales en que se apoyan los distintos planteamientos éticos que conviven en ellas. En concreto, se debe potenciar el estudio del espacio cultural europeo como un espacio de valores morales muy importante en la construcción del futuro de la humanidad.4. Identificar y analizar los principales conflictos morales del mundo actual en los que se manifiestan tesis antropológicas y éticas diferentes y/o contrapuestas, tales como materialismo y espiritualismo, liberalismo y socialismo, individualismo y comunitarismo, universalismo y contextualismo.5. Identificar y analizar los principales proyectos éticos contemporáneos, sobre todo los Derechos Humanos, tratando de comprender sus aportaciones originales y las tentativas de solución que proponen sobre los principales problemas morales de nuestra época. 6. Identificar y analizar las diferentes formas de organización política de las sociedades actuales, sobre todo el sistema democrático y el Estado social de derecho, valorando críticamente sus logros, sus deficiencias y su horizonte ético de búsqueda incesante de la justicia.7. Conocer y valorar las principales aportaciones teóricas de la historia de la ética y sobre todo las que más han contribuido al reconocimiento de los derechos y libertades individuales, sin olvidar las exigencias del deber moral en todas las culturas humanas.8. Utilizar adecuadamente el procedimiento dialógico y el debate como instrumentos esenciales en el planteamiento de los conflictos y dilemas morales y como medio idóneo para estimular la capacidad argumentativa.9. Participar de modo racional y constructivo en las actividades de clase, individualmente o en grupo, tratando de comprender las tesis y las actitudes éticas de los otros en un clima de diálogo y de tolerancia positiva.10. Iniciar el descubrimiento de los principios y valores morales, adquiriendo independencia de criterio y juicio crítico, adoptando progresivamente hábitos de conducta moral que planifican la propia vida y rechazando aquellos que la hacen decaer en su dignidad de ser humano, así como estimular una autoimagen positiva y una autoestima adecuada a las capacidades y actitudes de cada alumno/a.
1.2 Contenidos
La distribución de los epígrafes temáticos y de las unidades didácticas está realizada en concordancia con los objetivos propuestos y articulada en torno a las exigencias éticas derivadas de un proyecto de ética cívica fundamental en nuestra época: los Derechos Humanos.Abarca, ante todo, temas de filosofía moral y en menor medida de filosofía política y jurídica. Los contenidos de la Ética de 4º de la ESO deberán atenerse a los siguientes bloques temáticos, teniendo en cuenta las disponibilidades horarias actuales de esta materia en 4º de la ESO.
1. Problemas morales de nuestro tiempoEn este bloque temático se enumeran, sin pretensiones de exhaustividad, una serie de problemas morales que se presentan, ejemplarmente, como los más conflictivos de nuestra época, y en los que aparecen involucrados factores sociales, políticos, económicos, científico-tecnológicos y ecológicos. Debido a la actualidad de esta problemática moral y al interés que suscitan en los alumnos estos temas deben ser el inicio del currículo de Ética.Unidad 1: problemas derivados de factores sociales, políticos y económicos. (la marginación social. Las discriminaciones por razones de sexo, raza, lengua, religión, etc.).Unidad 2: problemas derivados de factores científico-tecnológicos. (degradación del medio ambiente, carrera armamentística, manipulación genética de los seres humanos, etc.).Unidad 3: problemas derivados del mundo personal.(planes e ideales de vida, responsabilidad, hábitos, valores y virtudes morales, sentido del deber, realización personal, inserción en el mundo del trabajo, relaciones personales: amor, amistad, sexualidad, etc.).
2.La democracia como ámbito de los proyectos éticos contemporáneos.En este campo temático hay que analizar el significado ético, jurídico y político de la democracia como espacio de la vida moral, que posibilita y enmarca la realización pública de proyectos éticos. Los Derechos Humanos se comprenden, tanto como la condición de la vida democrática, como el horizonte para la realización de estos proyectos éticos.
Unidad 4: los Derechos Humanos.Unidad 5: democracia y ciudadanía.Unidad 6: defensa de la paz, protección del medio ambiente, solidaridad, voluntariado y otros proyectos éticos.
3. La racionalidad y la estructura de la vida moral.En este campo temático se abordarán los conceptos fundamentales para el análisis de la vida moral, de tal modo que sirvan como fundamento teórico de los problemas y proyectos que se han visto en los núcleos temáticos anteriores.
Unidad 7: heteronomía y autonomía.Unidad 8: valores y normas morales.Unidad 9: la autoridad y su legitimación.
4. Teorías éticas.En este bloque temático se abordarán las grandes líneas de reflexión ética en la historia y en el tiempo presente. Las éticas de la felicidad, las del deber, y la manera en que definen éstas y otras teorías el fundamento de la vida moral, ocuparán este campo.
Unidad 10: fundamentación de la vida moral.Unidad 11: éticas de los fines.Unidad 12: éticas del deber.
1.3 Criterios de evaluación
1. Conocer y expresar con claridad los rasgos propios de la moralidad humana y los conceptos básicos de la estructura moral de los seres humanos, tales como dignidad personal, valor, norma, deber y responsabilidad moral.2. Comprender y expresar correctamente el significado histórico y plural de las normas y valores morales de los individuos y de las sociedades humanas sin derivar acríticamente en el indiferentismo moral ni en un relativismo absoluto.3. Conocer y apreciar las diferentes pautas culturales y morales que se dan en las sociedades modernas, como expresión de la riqueza cultural de la humanidad.4. Identificar y expresar de modo fundamentado los principales conflictos morales del mundo actual en los que se presentan de modo claro posiciones éticas diferentes u opuestas.5. Conocer y exponer de modo adecuado las principales aportaciones teóricas de los proyectos éticos de nuestra época, en particular de los Derechos Humanos.6. Conocer y expresar de modo correcto y razonado la noción de sistema democrático y del Estado social de derecho como forma de organización política en España y en todo el mundo.7. Conocer y expresar adecuadamente los principales núcleos conceptuales de algunos sistemas éticos occidentales que más han contribuido con sus aportaciones conceptuales y con su práctica social al reconocimiento de las libertades y los derechos de las personas en todo el mundo.8. Utilizar el diálogo y la argumentación como medio adecuado para justificar las propias posiciones éticas y para refutar las ajenas. Se pretende evaluar el uso adecuado de la argumentación sobre dilemas y conflictos morales y el grado de conocimiento y respeto hacia las posiciones divergentes de los interlocutores tanto en el aula como en el ámbito familiar y social.9. Participar de modo democrático y cooperativo en todas las actividades programadas tanto en el aula como fuera de ella.10. Iniciar la construcción de un código de conducta moral personal y autónomo. Se pretende evaluar si el alumnado es capaz de comenzar en esta etapa de desarrollo psicológico la creación de su propio itinerario de madurez moral, superando los niveles convencionales del desarrollo moral e iniciando el nivel de universalidad e imparcialidad éticas.

2.- Filosofía I
Real Decreto 3474 / 2000 de 29 de diciembre, por el que se modifican el Real Decreto 1700 / 1991, de 29 de noviembre, por el que se establece la estructura del Bachillerato, y el Real Decreto 1178 / 1992, de 2 de octubre, por el que se establecen las enseñanza mínimas del Bachillerato. (BOE 16/1/2001)
Introducción
La Filosofía es un modo de saber racional peculiar, ya que no es una -puesto que existen muchos sistemas filosóficos- ni tampoco es ciencia. Como "reflexión radical y crítica", la Filosofía a lo largo de su Historia se ha ocupado de unos problemas específicos referidos a la totalidad de la experiencia humana.
Este curso debe exponer a los alumnos todos los problemas radicales de la Filosofía, ya que es el procedimiento más apropiado para lograr que entiendan la Historia de la Filosofía, es decir, los distintos intentos de solución.
La Filosofía, como materia del bachillerato, debe desempeñar las siguientes funciones:a) Propiciar una actitud reflexiva y crítica, acostumbrando a los alumnos a no aceptar ninguna idea, hecho o valor si no es a partir de un análisis riguroso.b) Potenciar la capacidad de pensar de modo coherente, usando la razón como instrumento de persuasión y diálogo.c) Aprender a pensar de modo autónomo, adoptando ante los problemas una actitud personal.d) Integrar, en una visión de conjunto, la diversidad de conocimientos, creencias y valores.e) Valorar la capacidad normativa de la Filosofía como instrumento de transformación y cambio.
Para cumplir estas funciones, un curso introductorio debe dotar a los alumnos de una estructura conceptual suficiente de carácter filosófico. Si han de adoptar una actitud crítica y reflexiva, se les debe dotar de criterios, habituándoles a exigir de las teorías o de los hechos -de modo especial los hechos sociales- un grado suficiente de evidencia o necesidad ; si han de aprender a usar la razón, deberán conocer, al menos de modo práctico, las principales reglas de la lógica ; si deben aprender a pensar de modo autónomo, aprendiendo filosofía a la vez que filosofan, se les debe exigir que traten de fundamentar lo que digan o escriban ; y, si la filosofía debe servirles para alcanzar una concepción integrada de su mundo, debe proporcionarles una visión global del papel que desempeñan los distintos saberes y creencias, así como la organización sistemática del propio quehacer filosófico.
Todo ello exige, no un tratamiento parcial de problemas filosóficos y científicos, sino una consideración integral de todos los problemas estructurales de la Filosofía: los que se refieren al conocimiento, a la realidad, al ser humano y al sentido de su acción, sobre todo en sociedad. Es decir, un curso introductorio, debe abordar todos los problemas filosóficos, porque sólo de este modo pueden hacerse cargo los alumnos de lo que ha significado y significa la Filosofía como saber acerca de la totalidad.
Al diseñar este curso, no se ha partido de una concepción determinada de la Filosofía sino sólo de un elenco de problemas básicos. El profesorado puede adoptar la perspectiva que le parezca más oportuna, aunque debe mantenerla a lo largo del curso. Es evidente que la tarea de introducir a la Filosofía se puede realizar desde cualquier consideración sistemática ; pero lo esencial para que cumpla su función integradora, en el período de formación de la persona, es que presente a los alumnos una visión coherente de la Filosofía, sin limitarse a reflexiones aisladas sobre cuestiones inconexas o puntuales, privilegiando en exceso partes de la materia en detrimento de otras igualmente relevantes.Se trata, por consiguiente, de un currículo abierto, que permite al profesorado un amplio margen de acción, con el único condicionante de que se traten todas las cuestiones fundamentales que han sido abordadas en la historia del pensamiento.
2.1 Objetivos
1. Adoptar una actitud crítica ante las cuestiones teóricas y prácticas, exigiendo que estén siempre debidamente fundamentadas.2. Argumentar de modo racional y coherente los propios puntos de vista, ya sea de forma oral o escrita.3. Utilizar el diálogo para contrastar y debatir diferentes puntos de vista.4. Comprender los principales problemas filosóficos que se han tratado a lo largo de la Historia.5. Emplear con propiedad y rigor los principales términos y conceptos filosóficos.6. Analizar textos filosóficos en su coherencia interna, identificando los problemas y valorando críticamente los supuestos y las soluciones que proponen.7. Conocer y valorar la importancia de la acción humana, libre y responsable, desde un punto de vista ético, técnico y artístico.8. Adoptar una actitud crítica ante todo intento de justificación de las desigualdades sociales y ante toda discriminación, ya sea por sexo, raza, creencias u otras características individuales y sociales.9. Valorar la capacidad normativa y transformadora de la razón para construir una sociedad más justa, en la que exista una efectiva igualdad de oportunidades.10. Valorar los intentos por construir una sociedad mundial basada en el respeto a los derechos humanos individuales y colectivos, en la convivencia pacífica y en la defensa de la naturaleza.
2.2. Contenidos
Para que este primer curso introductorio, ya en el bachillerato, cumpla el objetivo de plantear los problemas específicos de la Filosofía dentro de un cierto orden lógico, parece oportuno distribuirlos en seis núcleos temáticos, en cada uno de los cuales se introducen tres subtemas o unidades.
1. El saber filosófico
Se trata de proporcionar a los alumnos, a modo organizador, una visión de conjunto de lo que ha representado y representa el saber filosófico. Se debe presentar la especificidad de la perspectiva filosófica como actividad teórica diferente de las mitologías, de las religiones, de las ciencias y de la literatura. De igual modo, es preciso aclarar en qué sentido, desde sus orígenes, está estrechamente vinculada a su historia, totalmente necesaria para su comprensión.
Unidad 1. Especificidad del saber filosófico. Sentido y necesidad de la filosofía. La filosofía y su historia.
2. El conocimiento
Si la filosofía es un peculiar modo de saber, parece consecuente comenzar analizando la problemática que suscita el conocimiento humano, tanto desde el punto de vista psicológico como desde una consideración lógica gnoseológica. En este campo temático se deben presentar al alumnado los problemas filosóficos que se han ido generando históricamente en torno al conocimiento, como son el de la verdad, los posibles criterios de verdad y el alcance del conocimiento, tanto científico como filosófico. Asimismo, se debe hacer comprender a los alumnos la necesidad del rigor lógico, la coherencia del discurso y las reglas básicas de la argumentación.
Unidad 2. El conocimiento científico: orígenes, método y límites.Unidad 3. Lógica formal e informal: falacias, paradojas y falsos argumentos.Unidad 4. El problema de la verdad y de los criterios de verdad. Lenguaje y conocimiento filosófico.
3. La realidad
Este tercer campo temático debe dedicarse a los problemas filosóficos que plantea la realidad, es decir, todo el conjunto de objetividades no realizadas por el ser humano y que constituyen el mundo físico o la naturaleza. Acceder a esta realidad ha sido una aspiración constante de la filosofía desde sus comienzos. Los problemas que plantea este entorno físico son, fundamentalmente, los cosmológicos y los metafísicos.
Las explicaciones científicas del mundo físico, así como los modelos teóricos sobre el universo, pueden ser un punto de partida, incluso muy útil, para que los alumnos potencien su sentido crítico ante teorías divergentes sobre el espacio, el tiempo, la constitución del cosmos, etc.
Las cuestiones clásicas de la metafísica, desde el mundo clásico hasta nuestra época, permitirán al alumnado aproximarse a problemas que, independientemente de la actitud que se adopte ante ellos, constituyen un repertorio ineludible de temas tratados en el pensamiento occidental.
Unidad 5. El mundo físico y la ciencia. Las cosmovisiones científicas.Unidad 6. Metafísicas espiritualistas y materialistas.Unidad 7. Los grandes problemas de la metafísica occidental.
4. El ser humano
Este núcleo temático, de acuerdo con el desarrollo lógico del currículo, sitúa al ser humano como una realidad intermedia entre lo natural y lo cultural. De ahí que pueda realizarse una consideración científica del hombre -biológica, psicológica y antropológica-, para culminar con una antropología filosófica, en la que se planteen temas como la relación entre mente y cuerpo, la persona humana, libertad y determinismos, etc.Unidad 8. Filogénesis, antropogénesis y sociogénesis.Unidad 9. Naturaleza y cultura. Relativismo y universalismo.Unidad 10. La reflexión filosófica sobre el ser humano.
5. La acción humana
En este núcleo temático se deben abordar todos los aspectos de la acción humana que estén vinculados con los valores y las normas que rigen a los individuos y a las sociedades humanas. Se debe tener en cuenta que algunos temas de ética han sido ya estudiados en el curso anterior. Por eso, en este apartado hay que analizar la fundamentación de las diversas teorías éticas.
Será preciso abordar, también, los aspectos esenciales del trabajo humano relacionados con la transformación de la naturaleza y de la sociedad mediante la tecnología, así como los problemas estéticos de la creación artística.Interesa subrayar la relación entre la razón teórica y la práctica, así como la capacidad normativa e innovadora que dimana de esta relación.
Unidad 11. La acción transformadora: trabajo y tecnología.Unidad 12. La creación artística y la reflexión sobre la obra de arte.Unidad 13. Fundamentación de la ética. Autonomía y heteronomía moral.
6. La sociedad
En este último núcleo temático deberán tratarse aquellos aspectos de la sociedad que no han sido estudiados en los contenidos sobre ética de 4.o de la educación secundaria obligatoria ni en los núcleos temáticos anteriores. En concreto, todo lo referido a la organización social, económica, política y jurídica, así como las teorías sobre el origen de la sociedad y el Estado, el poder y su legitimación. También tienen relevancia las cuestiones relacionadas con el Derecho y la Justicia, decisivas en una sociedad democrática, y, asimismo, las que se refieren a la capacidad humana para transformar el mundo.
Unidad 14. Interacción, cultura y estructura social.Unidad 15. Derecho y Justicia. Orden económico y cambio social.Unidad 16. Principales teorías sobre el origen de la sociedad y del Estado.
2.3 Criterios de evaluación
1. Reconocer problemas filosóficos y relacionarlos son los principales sistemas filosóficos que los han desarrollado.2. Comentar textos filosóficos significativos, tanto desde un punto de vista comprensivo como crítico, identificando su contenido temático.3. Realizar de forma individual y en grupo trabajos monográficos acerca de algún problema filosófico, utilizando información procedente de diversas fuentes.4. Argumentar de forma oral y escrita, razonando los propios puntos de vista, sobre cuestiones de interés personal entre las que se abordan en los distintos núcleos temáticos.5. Reconocer las características del conocimiento humano y justificar la necesidad de que, tanto las teorías como los hechos, tengan una fundamentación suficiente.6. Reconocer los problemas que plantea la realidad y adoptar una actitud razonada y crítica ante las cuestiones de que se ocupan las cosmovisiones y la metafísica.7. Conocer y valorar las distintas interpretaciones, científicas y filosóficas, sobre la especificidad del ser humano.8. Conocer y analizar la naturaleza de las acciones humanas, en tanto que libres, responsables, normativas y transformadoras.9. Reconocer y explicar las características de la vida en sociedad, la organización social y las distintas formas de gobierno.10. Conocer y justificar la necesidad de que la razón humana se utilice para construir una sociedad más justa, democrática y solidaria.

3.- Filosofía II
Introducción
Con la Filosofía II (Historia de la Filosofía) culmina el ciclo de educación filosófica en el bachillerato. Esta materia debe estar en una estrecha relación con la Filosofía de primer curso de bachillerato, ya que supone una profundización conceptual y una visión histórica de los grandes problemas que se han analizado en este curso en torno al conocimiento, la realidad, el ser humano, la acción y la sociedad.
La función que debe desempeñar la Historia de la Filosofía en el currículo de bachillerato es doble: por una parte, debe proporcionar una información básica que permita a los alumnos localizar filósofos y sistemas ; y, por otro lado, debe atender a completar la formación filosófica, mediante el estudio y análisis de algunos de los filósofos más representativos de cada época.
La función informativa, sin embargo, no debe confundirse con una mera historiografía de todas las corrientes y tendencias filosóficas que ha habido en Occidente desde Grecia hasta nuestros días, ni menos aún como una simple doxografía, en la que aparezcan los distintos autores como creadores de opiniones filosóficas, sin mayor valor que el de la sucesión cronológica y la contraposición de pareceres. Conviene, no obstante, presentar al alumnado unas visiones de conjunto de cada época y un esquema de las principales tendencias y filósofos que las han representado. Esta función informativa, que puede realizarse como contextualización de la función formativa, no debe exigir desarrollos historiográficos exhaustivos ; pero sin ella, como es obvio, resulta difícil ahondar en aquellos filósofos que permitan completar la formación filosófica del alumnado.
También es necesario resaltar la función reconstructiva de esta materia, que destaca la relevancia de los problemas teóricos planteados y de las respuestas ofrecidas por los filósofos en el pasado para nuestra comprensión de esos mismos temas en el presente. La Historia de la Filosofía que se imparte en segundo curso de bachillerato no es ni puede ser tampoco una Historia de toda la cultura occidental en todas sus manifestaciones ; pero se debe mantener un análisis contextual que permita captar el sentido diacrónico y dialógico de las ideas.
Por lo tanto, se han de evitar varios peligros en la articulación del currículo: el historicismo filosófico exhaustivo, el historicismo culturalista, que disuelve la tradición filosófica, la mera doxografía y la excesiva erudición hermenéutica en el comentario de los textos.
Sobre la base, pues, de una contextualización esquemática, puede abordarse el análisis de los problemas tratados en el curso anterior, explicados en el contexto de las corrientes y autores más importantes de la filosofía occidental, y todo ello mediante una no muy extensa antología de textos filosóficos significativos, llamados "canónicos", que presenten de forma coherente y relevante los problemas estudiados ; no hay que olvidar que la filosofía se muestra en sus textos originales, cuya lectura, comentario e interpretación resulta indispensable.
La Historia de la Filosofía se concibe como una materia común a todas las modalidades del bachillerato, tanto más necesaria en las de carácter científico y tecnológico, cuyos alumnos, si no es por interés personal, no volverán a tener contacto con la filosofía ; se hace precisa, por tanto, una sistematización adecuada que ponga de manifiesto la relación que existe entre la ciencia y la filosofía, así como una atención especial a aquellos científicos que hayan tenido relevancia en la historia de las ideas.Se debe completar este ciclo de educación filosófica conociendo la Historia de la Filosofía en sus grandes líneas de desarrollo y habiendo profundizado en el análisis de los filósofos más relevantes, lo que constituye una base de formación humanística indispensable, sean cualesquiera las opciones futuras del alumnado.
3.1 Objetivos
1. Conocer y comprender los grandes períodos en que se divide la Historia de la Filosofía occidental, así como su relación con otras formas de expresión cultural.2. Reconocer y comprender los problemas filosóficos analizados en el curso anterior, en tanto que cuestiones surgidas a lo largo de la Historia.3. Comprender las distintas soluciones que se han propuesto a estos problemas filosóficos, situándolas en su contexto histórico y cultural, a fin de poder entender su vinculación con otras manifestaciones teóricas y prácticas de la circunstancia que las ha originado.4. Consolidar la actitud crítica ante opiniones contrapuestas, sometiéndolas a una reflexión racional, y analizar los preconceptos, prejuicios y posiciones ideológicas que puedan existir como condicionantes.5. Conocer y valorar el esfuerzo de la razón humana en su intento incesante por plantear y resolver las grandes cuestiones filosóficas.6. Comprender la Historia de la Filosofía como un avance espiral, que ha retomado los problemas con un creciente nivel de radicalidad metodológica.7. Valorar la capacidad de la reflexión filosófica a lo largo de la Historia para acercarse, de modo progresivo, a los problemas éticos, sociales y humanísticos.8. Aprender a leer de modo comprensivo y crítico textos filosóficos de autores diversos y opuestos, compararlos entre sí y descubrir la importancia del diálogo racional como medio de aproximación a la verdad.9. Valorar el debate de posiciones contrapuestas como medio de practicar el respeto a los demás y la tolerancia positiva contra cualquier forma de discriminación.10. Aprender a exponer correctamente, de modo oral y escrito, el pensamiento filosófico de los autores estudiados, así como a elaborar los propios puntos de vista de modo coherente.
3.2 Contenidos
La Filosofía Griega:
Las principales cuestiones que cabe considerar son, por ejemplo, el tránsito del mito al logos entre los presocráticos ; los primeros intentos metafísicos de Parménides y Heráclito ; la significación de los filósofos pluralistas ; Sócrates y los socráticos menores; el nacimiento de la "polis" y de la democracia en Atenas, y el proyecto ético del epicureismo y el estoicismo, etc. En cualquier caso, se estudiarán Platón y Aristóteles de modo específico, ya que resultan imprescindibles para comprender la historia de la filosofía occidental.Unidad 1. Platón.Unidad 2. Aristóteles.
1. La Filosofía Medieval y Renacentista:
Debe contextualizarse la Filosofía medieval mediante los grandes problemas que se suscitan en torno a la necesidad de poner de acuerdo la fe, representada por las religiones monoteistas, y la razón, representada, sobre todo, por las filosofías de Platón y Aristóteles. El platonismo cristiano tiene su expresión más completa en el pensamiento de San Agustín de Hipona, en tanto que la síntesis entre cristianismo y filosofía aristotélica quedó modelada en el de Santo Tomás de Aquino. A partir del siglo XIV se inicia la crisis de la Escolástica medieval, que es consecuencia, por un lado, de la filosofía de Guillermo de Ockham y, por otro, de los desarrollos científicos del siglo XIV (Oresme, Buridan, Sajonia).
El pensamiento renacentista supone la introducción de nuevos temas de reflexión: la matematización de la naturaleza, un nuevo concepto del hombre o la funamentación moderna de la política. En este último caso, adquiere un relieve especial la figura y la obra de N. Maquiavelo.Entre los autores que se citan a continuación, el profesorado elegirá dos para su estudio pormenorizado.Unidad 3. San Agustín de Hipona.Unidad 4. Santo Tomás de Aquino.Unidad 5. Guillermo de Ockham.Unidad 6. Nicolás Maquiavelo.
2. La Filosofía Moderna:
El eje fundamental es el nuevo concepto de racionalidad que surge en los siglos XVI y XVII y se caracteriza por la secularización del pensamiento, el nacimiento de la ciencia moderna, la búsqueda de una nueva antropología basada en el sujeto consciente y una nueva forma de organizar el gobierno basada en la democracia.En este contexto se deben considerar las grandes corrientes constituidas por el racionalismo y el empirismo, entre cuyos representantes se pueden mencionar a Descartes, Spinoza, Locke y Hume. A lo largo del siglo XVIII, o Siglo de las Luces, surgen diferentes formas de interpretar la Ilustración. En el campo de la filosofía política, adquiere especial relevancia la fundamentación que realiza Rousseau de la democracia. Por otro lado, aparece un nuevo racionalismo crítico con Kant, que realizará una síntesis acabada y completa de los supuestos gnoseológicos y éticos de las corrientes racionalista y empirista.
En este período histórico el profesorado seleccionará dos autores entre los propuestos.Unidad 7. Descartes.Unidad 8. Spinoza.Unidad 9. Locke.Unidad 10. Hume.Unidad 11. Rousseau.Unidad 12. Kant.
3. Filosofía Contemporánea:
Entre las corrientes filosóficas del siglo XIX se pueden estudiar el liberalismo utilitarista de J.S. Mill, el materialismo histórico-dialéctico del marxismo, el vitalismo de Nietzsche, que suponen una culminación de los problemas de la filosofía y, a la vez, constituyen un antecedente del pensamiento actual. Mientras que el liberalismo utilitarista propone una concepción individualista que legitima el sistema económico en el que aún estamos inmersos, el marxismo se centra sobre todo en el análisis de las contradicciones del sistema económico y político propios del capitalismo industrial. Desde otra perspectiva, el vitalismo de Nietzsche se ocupa del ocaso de la cultura occidental dominada por los valores racionalistas de los griegos y los valores morales del cristianismo.
La aparente dispersión de las corrientes filosóficas del siglo XX se puede articular desde la preocupación constante por el sentido del conocimiento y de la ciencia ; por el análisis del lenguaje en todas sus formas naturales y artificiales -Wittgenstein, el Positivismo Lógico y la Filosofía Analítica-. También se produce una evidente preocupación por la existencia y esencia del ser humano, tanto en el plano ontológico como el axiológico -Heidegger, Max Scheler, Sartre, etc.-. Por su relevancia y presencia en la filosofía española, deberemos tener en cuenta la figura de José Ortega y Gasset.
De las unidades siguientes, el profesorado elegirá dos autores para su estudio específico.
Unidad 13. J.S. Mill.Unidad 14. Marx.Unidad 15. Nietzsche.Unidad 16. Wittgenstein.Unidad 17. Heidegger.Unidad 18. Ortega y Gasset
3.3 Criterios de evaluación
1. Conocer y manejar correctamente el vocabulario filosófico básico, adquirido a lo largo del ciclo completo de formación filosófica.2. Relacionar los problemas filosóficos con las principales condiciones socioculturales en las que aparecen y a las que han pretendido dar respuesta.3. Situar correctamente a los principales filósofos estudiados en su contexto histórico-filosófico.4. Exponer, de modo claro y ordenado, las grandes líneas problemáticas y sistemáticas de los filósofos que se han estudiado de modo analítico.5. Analizar y comentar, con rigor metodológico, textos filosóficos de las obras analizadas en el curso.6. Comparar y relacionar textos filosóficos de distintas épocas y autores, a fin de establecer entre ellos semejanzas y diferencias de planteamiento.7. Mostrar la implicación de los sistemas filosóficos en el desarrollo histórico de las ideas y de los cambios sociales.8. Exponer, oralmente y por escrito, de modo crítico, el pensamiento de un filósofo o el contenido de una de las obras analizadas.9. Elaborar, individualmente o en equipo, un resumen de la Historia de la Filosofía, exponiendo las relaciones, semejanzas y diferencias entre los distintos sistemas estudiados.10. Elaborar, individualmente o en equipo, tablas sincrónicas en las que, cada uno de los filósofos estudiados, se contextualice con otros acontecimientos históricos (políticos, artísticos, literarios, científicos, etc.).
Legislación Autonómica
DECRETO 34/2002, de 7 de febrero, por el que se aprueba el currículo de las áreas de conocimiento y materias obligatorias y opcionales de la Educación Secundaria Obligatoria para la Comunidad de Madrid.
IntroducciónLa educación tiene como uno de sus fines esenciales el pleno desarrollo de la personalidad humana de los alumnos, incluyendo de modo preeminente su formación moral, de tal manera que el proceso y la acción educativa les permita ir asumiendo de modo crítico, reflexivo y progresivo el ejercicio auténtico de la libertad, de sus derechos y de sus deberes individuales y sociales, en un clima de respeto y de tolerancia positiva hacia otras posturas morales, políticas y religiosas diferentes a las de su cultura original.
En esa misma línea se dice en el dictamen sobre la enseñanza de las Humanidades en la Educación Secundaria que la educación moral es inherente a todas las áreas de conocimiento y es una tarea encomendada a toda la comunidad educativa. Ahora bien, sin perjuicio de valorar positivamente que la acción de toda la comunidad educativa es también de carácter moral, se debe advertir que la reflexión ética, de carácter estrictamente filosófico, es indispensable en la educación moral transmitida a lo largo de toda la Educación Secundaria.
Estos criterios morales necesitan de una fundamentación propia que surge de la racionalidad práctica y moral y que consistirá en establecer un orden internamente coherente de determinaciones que ayuden al alumnado a comprender la moralidad. La construcción de esta fundamentación nos lleva necesariamente a la afirmación de la persona como fin en sí misma, valor absoluto. El respeto incondicional a la persona humana como una exigencia objetiva será el que cuente con más sólido fundamento para excluir radicalmente de la práctica educativa cualquier actitud o procedimiento que no satisfaga esa exigencia de respeto incondicionado a la dignidad del educando, exigencia esta objetiva y anterior a cualquier procedimiento consensual y, a su vez, objeto de descubrimiento por medio de la racionalidad dialógica que propugna y utiliza la filosofía moral.
La formación en valores, fundamental en esta etapa educativa, culmina así con una reflexión formal de carácter filosófico que la afianza y justifica.
La filosofía práctica, entendida en un sentido amplio, abarca un conjunto de temas de filosofía moral, de filosofía política y de filosofía del derecho, que exigen un nivel de conocimientos superior y que son propios de la reflexión racional y de una capacidad de argumentación crítica que no se produce en el nivel de la educación moral; por todo ello, la filosofía moral aporta específicamente una reflexión más profunda y más crítica sobre los fundamentos de la vida moral, de la acción política y de la ley jurídica, y todo ello permite ayudar de modo importante a los alumnos a la construcción de una conciencia moral y cívica acorde con las sociedades democráticas, plurales, complejas y cambiantes en las que vivimos.
Así pues, la Ética constituye una materia propia, autónoma, de carácter filosófico y está ubicada netamente fuera del ámbito del área de las Ciencias Sociales, aunque en permanente contacto y diálogo con sus aportaciones conceptuales. En ningún caso, y bajo ningún concepto, se puede considerar que la enseñanza de la Ética es una alternativa a la religión o religiones confesionales. La Ética debe ser patrimonio común de todos los alumnos y contribuir a formar ciudadanos racionales, críticos, abiertos y tolerantes; es decir, que sepan fundamentar racionalmente sus convicciones morales y aprendan a tolerar a otros de modo positivo, es decir, a valorar y respetar las diferentes posiciones religiosas, morales o políticas por lo que tienen de enriquecimiento de la cultura humana y de aceptación de las limitaciones de la razón humana. Esa dimensión cívica de la enseñanza de la Ética es muy importante en el contexto del actual sistema educativo y de la sociedad en que vivimos.
Por lo tanto, la materia de Ética para los alumnos de 4.o de la Educación Secundaria Obligatoria, refuerza de modo significativo el papel de la educación moral en toda la Educación Secundaria y culmina con un nuevo nivel de profundización y de crítica racional el entramado de conceptos y hábitos de conducta que han ido construyendo los alumnos a lo largo de la educación obligatoria. La reflexión filosófica propia de la Ética se centra en la dialéctica conceptual de nociones contrapuestas como libertad-determinismo, derecho-deber, bien-mal, valores-desvalores, normatividad-anomia, autonomía-heteronomía, responsabilidad-irresponsabilidad, legalidad-ilegalidad, etcétera. Además, la filosofía moral ayuda de modo específico a situar los problemas ético-políticos y ético-jurídicos en un nivel de universalidad y de abstracción racional mucho mayor que las ciencias sociales que, normalmente, se limitan a la mera descripción y explicación de hechos y de conflictos. A todo ello se añade que la Ética suele presentar en forma de dilemas los problemas morales generados en el mundo actual, tratando de desarrollar en los alumnos la capacidad crítica y argumentativa de un modo eminente y evitando siempre cualquier forma de adoctrinamiento moral, político o religioso.
La dimensión filosófica de la Ética no debe ser entendida como un tratamiento historiográfico o sistemático de todas las teorías éticas que han ido surgiendo a lo largo de la historia de la cultura occidental; hay que señalar a este respecto que la práctica docente en este nivel de 4.o de la Educación Secundaria Obligatoria demanda una fundamentación filosófica de la especificidad moral de los seres humanos y de algunos conceptos claves de la moralidad humana (libertad, autonomía, valor, norma, derecho, deber, etcétera) y junto a ello una breve introducción a las principales teorías éticas del mundo occidental. En ese sentido, la filosofía moral que se enseña en 4.o de la Educación Secundaria Obligatoria tiene que ser una propedéutica filosófica de carácter ético que conecte con algunos temas de la Filosofía de 1.o de Bachillerato (la persona, la acción y la sociedad) y que sirva de iniciación al vocabulario filosófico, a los procedimientos argumentativos y a las teorías filosóficas de algunos autores importantes de la filosofía occidental que podrán ser estudiados con posterioridad.
Por último, la enseñanza de la Ética a los adolescentes cumple una función muy importante al proporcionarles las bases para la configuración de su propia identidad moral, ya que en esas edades los alumnos aprenden a reflexionar sobre criterios morales, sobre estilos de vida y a tomar decisiones sobre cuestiones fundamentales en esa etapa de su vida.
Desde el punto de vista metodológico, y dentro del mayor respeto a la libertad de cátedra, se proponen algunas orientaciones para la impartición de la materia.
1. El carácter novedoso de los primeros conceptos filosóficos con que se van a encontrar los alumnos, exige una exposición lo más clara y rigurosa posible por parte del profesorado, que deberá atender a su delimitación precisa. De este modo, en el desarrollo del curso, podrán evitarse los equívocos que suelen suscitarse por estrictas cuestiones terminológicas.
2. Resultan útiles los debates, siempre que se realicen dentro del más estricto respeto a las normas democráticas.
3. Los trabajos en equipo, con un adecuado reparto de tareas, y con una puesta en común final.
4. El análisis y comentario de textos éticos sencillos, literarios, de prensa, etcétera, relacionados con la temática del curso.
5. Son eficaces también, desde el punto de vista didáctico, los esquemas-resúmenes, que permiten captaciones globales, y los mapas conceptuales, que posibilitan apreciar las interrelaciones entre los conceptos más importantes de la materia.
Objetivos1. Conocer y comprender los rasgos específicos que fundamentan la moralidad humana en su práctica individual y social, valorando el significado de la dignidad personal, de la libertad de la recta conciencia, del bien y la verdad, y de los principios que orientan el bien obrar.
2. Comprender la génesis de los valores y de las normas morales, asumiendo críticamente que constituyen una construcción histórica y válida para todos los seres humanos y su fundamentación objetiva y común a todos, presente en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
3. Valorar críticamente el pluralismo cultural y moral de las sociedades modernas, identificando las razones morales en que se apoyan los distintos planteamientos éticos que conviven en ellas. En concreto, se debe potenciar el estudio del espacio europeo como un espacio de valores morales muy importante en la construcción del futuro de la humanidad.
4. Identificar y analizar los principales conflictos morales del mundo actual en los que se manifiestan tesis antropológicas y éticas diferentes o contrapuestas, tales como el materialismo y espiritualismo, liberalismo y socialismo, individualismo y comunitarismo, universalismo y contextualismo.
5. Identificar y analizar los principales proyectos éticos contemporáneos, sobre todo los Derechos Humanos, tratando de comprender sus aportaciones originales y las tentativas de solución que proponen sobre los principales problemas morales de nuestra época.
6. Identificar y analizar las diferentes formas de organización política de las sociedades actuales, sobre todo el sistema democrático y el Estado social de derecho, fundamentado en el respeto a los Derechos Humanos y en la búsqueda incesante de la justicia.
7. Conocer y valorar las principales aportaciones teóricas de la historia de la ética y sobre todo las que más han contribuido al reconocimiento de los derechos y libertades individuales, sin olvidar las exigencias del deber moral en todas las culturas humanas.
8. Utilizar adecuadamente el método dialógico y el debate como instrumentos esenciales en el planteamiento de los conflictos y dilemas morales y como medio idóneo para estimular la capacidad argumentativa.
9. Participar de modo racional y constructivo en las actividades de clase, individualmente o en grupo, tratando de comprender las tesis y las actitudes éticas de los otros en un clima de diálogo y de tolerancia positiva.
10. Iniciar el descubrimiento de los principios y valores morales, adquiriendo independencia de criterio y juicio crítico, adoptando progresivamente hábitos de conducta moral que planifican la propia vida y rechazando aquellos que la hacen decaer en su dignidad de ser humano, así como estimular una imagen positiva de sí mismos y una autoestima adecuada de sus capacidades y actitudes.
ContenidosLa distribución de los epígrafes temáticos y de las unidades en las que éstos se vertebran está realizada en concordancia con los objetivos propuestos y articulada en torno a las exigencias éticas derivadas de un proyecto de ética cívica fundamental en nuestra época: los Derechos Humanos. Abarca, ante todo, temas de filosofía moral y en menor medida de filosofía política y jurídica. Los contenidos de la Ética de 4.o de la Educación Secundaria Obligatoria deberán atenerse a los siguientes bloques temáticos.
I. Problemas morales de nuestro tiempo. En este bloque temático se enumeran, sin pretensiones de exhaustividad, una serie de problemas morales que se presentan, ejemplarmente, como los más conflictivos de nuestra época, y en los que aparecen involucrados factores sociales, políticos, económicos, científicos y tecnológicos.Unidad 1. Problemas derivados de factores sociales, políticos y económicos. La marginación y la exclusión social.Unidad 2. Problemas derivados de factores tecnológico-industriales: contaminación, degradación de las aguas fluviales y marítimas, desertización.Unidad 3. Problemas derivados del mundo personal. Planes e ideales de vida, responsabilidad, hábitos, valores y virtudes morales, sentido del deber, realización personal, inserción en el mundo del trabajo, relaciones personales.Unidad 4. Problemas derivados de los descubrimientos científicos en el campo de la biología (genoma humano, ingeniería genética, clonación, etcétera).
II. La Democracia como ámbito de los proyectos éticos contemporáneos. En este campo temático hay que analizar el significado ético, jurídico y político de la democracia como espacio de la vida moral, que posibilita y enmarca la realización pública de proyectos éticos. Los Derechos Humanos se comprenden, tanto como la condición de la vida democrática, como el horizonte para la realización de estos proyectos éticos.Unidad 5. Los Derechos Humanos.Unidad 6. Democracia y ciudadanía. El valor del diálogo y de la participación. Libertad y responsabilidad. La justicia y la tolerancia en las sociedades democráticas.Unidad 7. Teorías sobre la democracia.Unidad 8. Protección del medio ambiente, solidaridad, voluntariado, otros proyectos éticos. La educación para la paz como base de la convivencia social.
III. La racionalidad y la estructura de la vida moral. En este campo temático se abordarán los conceptos fundamentales para el análisis de la vida moral, de tal modo que sirvan como fundamento teórico de los problemas y proyectos que se han visto en los núcleos temáticos anteriores.Unidad 9. Heteronomía y autonomía.Unidad 10. Valores y normas morales.Unidad 11. Virtudes privadas y públicas.Unidad 12. La autoridad y su legitimación.
IV. Teorías éticas. En este bloque temático se abordarán las grandes líneas de reflexión ética en la historia y en el tiempo presente. Las éticas de fines, o éticas teleológicas, y las éticas del deber, así como el modo en que definen éstas y otras teorías el fundamento de la vida moral, ocuparán este campo.Unidad 13. Fundamentación de la vida moral.Unidad 14. Éticas de fines.Unidad 15. Éticas del deber.Unidad 16. Apertura de la Ética a las religiones. La religión como proyecto ético de vida.
Criterios de evaluación1. Conocer y expresar con claridad los rasgos propios de la moralidad humana y los conceptos básicos de la estructura moral de los seres humanos, tales como dignidad personal, valor, norma, deber y responsabilidad moral.
2. Comprender y expresar correctamente el significado histórico y plural de las normas y valores morales de los individuos y de las sociedades humanas sin derivar acríticamente en una indiferencia moral ni en un relativismo absoluto.3. Conocer y apreciar las diferentes pautas culturales y morales que se dan en las sociedades modernas, como expresión de la riqueza cultural de la humanidad.
4. Identificar y expresar de modo fundamentado los principales conflictos morales del mundo actual en los que se presentan de modo claro posiciones éticas diferentes u opuestas.
5. Conocer y exponer de modo adecuado las principales aportaciones teóricas de los proyectos éticos de nuestra época, en particular de los Derechos Humanos.
6. Conocer y expresar de modo correcto y razonado la noción de sistema democrático y del Estado social de derecho como forma de organización política en España y en todo el mundo.
7. Conocer y expresar adecuadamente los principales núcleos conceptuales de algunos sistemas éticos occidentales que más han contribuido con sus aportaciones conceptuales y con su práctica social al reconocimiento de las libertades y los derechos de las personas en todo el mundo.
8. Utilizar el diálogo y la argumentación como medio adecuado para justificar las propias posiciones éticas y para refutar las ajenas.Se pretende evaluar el uso adecuado de la argumentación sobre dilemas y conflictos morales y el grado de conocimiento y respeto hacia las posiciones divergentes de los interlocutores tanto en el aula como en el ámbito familiar y social.
9. Participar de modo democrático y cooperativo en todas las actividades programadas tanto en el aula como fuera de ella.
10. Iniciar la construcción de un código de conducta moral personal y autónomo. Se pretende evaluar si el alumnado es capaz de comenzar en esta etapa de desarrollo psicológico la creación de su propio itinerario de madurez moral, superando los niveles convencionales del desarrollo moral e iniciando el nivel de universalidad e imparcialidad éticas.

Portada

A propósito de la Semana Santa


Oración Simple

Señor, haz de mí un instrumento de tu paz.
Que allí donde haya odio, ponga yo amor.
Que allí donde haya ofensa, ponga yo perdón.
Que allí donde haya discordia, ponga yo armonía.
Que allí donde haya error, ponga yo verdad.
Que allí donde haya duda, ponga yo la fe.
Que allí donde haya tinieblas, ponga yo la luz.
Que allí donde haya desesperación, ponga yo esperanza.
Que allí, donde haya tristeza, ponga yo alegría.

Oh Maestro :
que no me empeñe tanto en ser consolado,como en consolar;
en ser comprendido, como en comprender;
en ser amado, como en amar.

Porque dando, se recibe;
olvidando se encuentra;
perdonando, se es perdonado;
muriendo, se resucita a la vida eterna.
Amén.

Francisco de Asís.

Portada

Historia de la psicodelia

Habiendo absorbido accidentalmente una cantidad infinitesimal de un compuesto, Albert Hofmann llegó a casa zigzagueando con su bicicleta por las apacibles calles de Basilea. Acababa de descubrir los efectos de la LSD, inaugurando, de este modo, la era de la psicodelia.

En 1938, Albert Hofmann, químico suizo de los laboratorios Sandoz, Inició una serie de investigaciones sobre el ácido lisérgico, nombre que había dado al núcleo común de todos los alcaloides del cornezuelo (un hongo parásito del centeno). Cinco años más tarde, el 16 de abril de 1943, se produjo un hecho fortuito que modificó decisivamente el curso de los acontecimientos. Hofmann descubrió los efectos del LSD-25 (abreviado del alemán "Lyserg Säure Diethylamid"; 25 porque de una serie de veintiséis derivados o compuestos sintetizados era el que hacía veinticinco) naciendo, de esta manera, la psicodelia. Un término que deriva del griego ("psiké" y "deloun") y significa "algo que manifiesta la mente, el espíritu o el alma" o lo que es capaz de tener "efectos profundos" sobre la naturaleza de la experiencia consciente.

Durante los primeros años, el LSD se empleó casi exclusivamente con fines médicos, en psiquiatría, psicoanalítico e investigaciones sobre el cerebro. De hecho, a finales de los años cincuenta los laboratorios Sandoz regalaban dietilamida de ácido lisérgico sin limitación alguna a todos los psiquiatras que la solicitaban. Por esos mismos años, Hofmann recibió una propuesta de la CIA para fabricar masivamente LSD con finalidades bélicas, invitación que rechazó categóricamente.

Los primeros psiconautas

Tras las experiencias iniciales de Hofmann, varios intelectuales, representantes de muy diversas tendencias e ideologías, se acercaron a la autoexperimentación con LSD y otras drogas psicodélicas, alucinógenas, visionarias o enteógenas ("Dios dentro de nosotros"), tal como prefiere denominarlas el célebre químico suizo. Ernst Jünger, Aldous Huxley, Robert Graves, Gregory Bateson, Arthur Koestler, Henri Michaux, Anaïs Nin, Alan Watts, Timothy Leary, Allen Ginsberg, Jack Kerouac y William Burroughs, entre otros, fueron los primeros en atravesar el umbral de las puertas de la percepción y descubrir unas dimensiones de conciencia poco rutinarias.

El Hospital de Veteranos de Menlo Park (California) se comprometió en 1959 a la puesta en práctica de un programa experimental que comprendía ensayos con LSD. Entre las cobayas humanas que voluntariamente se sometieron a los experimentos se encontraba el joven novelista Ken Kesey quien, persuadido del potencial lúdico de la sustancia, comenzó a interesarse vivamente hasta conseguir más y difundir su empleo, convirtiéndose en un verdadero profeta del ácido. En poco tiempo, Kesey aglutinó en tomo suyo un grupo de personas que anhelaban experimentar los efectos del LSD. Pronto se les conocería como los Merry Pranksters (Alegres pillastres o Bromistas joviales).

Coincidiendo con este incipiente movimiento psicodélico, que estaba comenzando a gestarse en la Costa Oeste, algunos teóricos, como el filósofo Alan Watts y los profesores de psicología Timothy Leary y Richard Alpert, comenzaron a preconizar entre los estudiantes universitarios el uso del psicofármaco, a través de experiencias místico-intelectuales-orientalistas, como vehículo sacramental e instrumento de liberación del individuo frente a la voracidad del sistema. "Cambiad la mente y cambiaréis el mundo". Muchos jóvenes estadounidenses se lanzaron a un consumo ritual de alucinógenos. Para ellos, consumir LSD no era una experiencia frívola, sino algo profundo y trascendente, que los situaba en una esfera superior de conocimiento. Aunque todavía no pesaba ningún tipo de prohibición sobre el LSD, los días de Leary como ciudadano libre estaban contados. Como paso previo, en la primavera de 1963, él y Alpert fueron expulsados de la Universidad de Harvard.

Kesey y los Merry Pranksters atravesaron los Estados Unidos, de costa a costa, en un destartalado y llamativo autobús, para conectar y sintonizar con el grupo de Leary, protagonizando un viaje épico. El encuentro, sin embargo, resultó decepcionante. Kesey proponía el consumo de ácido porque sí, por diversión, para experimentar la alegría del movimiento, la vida en acción. Nada podía estar más lejos de la tesis y aspiraciones de Leary. En esencia, Kesey y los suyos lograron rescatar el LSD del estamento terapéutico y de los intelectuales. No tenían ningún tipo de pretensión intelectual. La cosa fue extendiéndose y, en pocos meses, la costa californiana se convirtió en un hervidero, donde miles de jóvenes tomaban drogas psicodélicas (LSD, mescalina, psilocibina, ketamina, marihuana, etc.) no por un afán intelectual, teorético y especulativo, sino únicamente con fines lúdicos o recreativos.

La revolución psicodólica

Entre 1964 y 1966, antes que la avidez de la prensa descubriera el LSD (prohibido formalmente por primera vez en 1966 por una ley californiana), el Summer of Love fuera manufacturado y vendido, y Haight Ashbury se convirtiera en un infierno viviente para unos y en un gran circo de atracciones para otros, ciudades como San Francisco, Berkeley y Los Angeles estallaron en un inmenso alucine colectivo. Fue un fugaz momento de esperanzas e ideales, un amago de revolución que bailaba al ritmo de Greateful Dead, The Doors, Janis Joplin, Jefferson Airplane, Santana y otras formaciones musicales de corte psicodélico. Una experiencia multitudinaria, hinchada de misticismo, orientalismo y no-violencia y que daría finalmente la ecuación básica del Flower Power: iluminación interior = liberación de los instintos agresivos = amor recíproco = amor universal paz en el mundo.

Era la primera vez que los jóvenes, como colectivo, tomaban la iniciativa por sí mismos. Puede que esa cultura underground o contracultura naciera predestinada al fracaso, pero su influencia se iba a dejar sentir con fuerza muchos años más tarde. La ecología, el movimiento de liberación sexual, el pacifismo, el antimilitarismo, la contestación política, la cultura de la droga, el arte pop, la música rock, las soluciones alternativas y tantos otros aspectos tuvieron su génesis en ese momento mágico y efímero, prácticamente irrepetible, que en Europa se proyectó a través del Mayo francés del 68.

1967, un año clave

Antes de que el LSD fuera prohibido, en España era utilizado únicamente con fines clínicos. Muy pocos sabían sobre el fármaco como vehículo de exploración de espacios interiores, ni se interesaban en la autoexperimentación como forma de conocimiento. Una de las pocas excepciones la personificaba Antonio Escohotado, un joven profesor que impartía filosofía y derecho en la Universidad Central Complutense de Madrid. En abril de 1967, la prestigiosa Revista de Occidente publicó un trabajo de Escohotado, titulado "Los alucinógenos y el mundo habitual", donde se ocupaba ampliamente de las modificaciones perceptivas, filosóficas y culturales que implicaba el consumo de drogas visionarias.

Obviamente, los poderes públicos no iban a consentir por mucho tiempo que sustancias capaces de aniquilar la "organización del campo perceptivo" de los españoles y su "impulso al trabajo cotidiano y arduo" pudieran circular con absoluta libertad en la España de Franco. Toda invitación química al pensamiento, la reflexión y la crítica quedaba fuera de lugar. De este modo, con fecha 31 de julio de 1967, el general Camilo Alonso Vega, en calidad de Ministro de la Gobernación, dio una Orden sometiendo al régimen de control de estupefacientes "los productos alucinógenos en general y con carácter especial los denominados LSD-25, mescalina y psilocibina?'.

El hecho de prohibir las drogas psicodélicas, que no producen adicción, ya que actúan específicamente sobre la conciencia, equiparándolas con las drogas estupefacientes, como los opiáceos (morfina, heroína, etc.) y los estimulantes (cocaína, anfetaminas, etc.), resumía de forma elocuente la mentalidad que subyacía -y subyace- en la práctica prohibicionista. Ante este nuevo giro, nadie podía seguir cuestionando que la intervención del Estado en la dieta farmacológica de los ciudadanos no obedecía a un aparente interés altruista y humanitario de velar por la salud pública, sino a la imposición de unos criterios morales 'que permitieran maximizar el control y el poder sobre sus propios ciudadanos.

Lluvia ácida sobre Ibiza

Tras la liquidación del Summer of Love californiano y la resaca del Mayo francés del 68 se produjo una verdadera diáspora juvenil. La hasta entonces apacible isla de Ibiza y la remota capital de Nepal se convirtieron en dos auténticos santuarios, en los últimos reductos, donde aún cabía la posibilidad de colmar tantas ansias de paz y libertad y disfrutar de la vida en perfecta armonía.

La devaluación de la peseta de 1967 atrajo a los primeros hippies a Ibiza, y con ellos llegó el primer ácido a España. El fármaco estaba prohibido pero, al principio, nadie pareció preocuparse lo más mínimo. De hecho, según ciertas informaciones, en 1967 se descubrió en Madrid "un laboratorio donde se obtenía clandestinamente LSD", y durante los años 67 y 68 la Brigada Central de Estupefacientes no llegó a decomisar ni una sola dosis del producto.

Antes de partir hacia la India, Alejandro Vallejo-Nágera, considerado por muchos el primer hippy autóctono, abrió en Ibiza "La Cueva de Alex Babá", una discoteca por la que en poco tiempo desfilaría media Europa. Fue la época en que se inauguraron otros locales míticos, como el bar "La Tierra" y el "Lola's Club" (después vendría el no menos famoso club "Amnesia", regentado por Antonio Escohotado y Manuel Sáenz de Heredia), donde el consumo de marihuana, haschisch y LSD permitía presagiar a los más optimistas que la aventura psicodélica aún era posible y que el Flower Power todavía continuaba siendo una feliz realidad.

El peso del estigma

En agosto de 1969 tuvo lugar un suceso que conmovió a toda la sociedad occidental. Charles Manson, una especie de lunático made in USA que se había autoproclamado líder de una extraña secta satánica, y sus secuaces asesinaron salvajemente en Bel Air (California) a varias personas, entre ellas a Sharon Tate, esposa del cineasta Roman Polanski. Los asesinos eran consumidores de LSD, marihuana y otras drogas psicoactivas. No hacía falta ningún elemento más para qué se desatara una formidable ofensiva contra los alucinógenos y sus usuarios.

En España, en poco tiempo, el LSD pasó a ser una sustancia diabólica, intrínsecamente maligna, una droga esencialmente criminógena, mucho más peligrosa que "las viejas drogas de la belle époque decadente", pues en opinión de Santiago Loren, médico y colaborador habitual del diario Pueblo, "el drogadicto de morfina o heroína no hacía mal más que a sí mismo, mientras que el drogado alucinado y psicodélico es un claro peligro social, por sus imprevisibles y siempre dinámicas reacciones".

De nada sirvió que, a los pocos días de haberse descubierto los asesinatos cometidos por el clan Manson, casi medio millón de jóvenes -la mayoría consumidores de LSD- se dieran cita en un festival de música rock celebrado en Woodstock y convivieran en un mínimo espacio durante tres días consecutivos, sin provocar ningún acto de violencia u hostilidad.

¿Hippies en España?

Lo cierto es que en Ibiza y Formentera comenzaron a proliferar grupos de jóvenes cuya existencia se centraba en el consumo de derivados del cáñamo (kif, grifa, marihuana, haschisch) y LSD que se ritualizaban y utilizaban como puntos de referencia para una contracultura cada vez más antagónica con los valores considerados normales, desarrollando una ideología que recordaba vagamente a la del movimiento hippy. A juicio del psiquiatra Enrique González Duro, "se trataba de una ideología importada, mal asimilada y puramente imitativa, ya que el movimiento hippy no pudo desarrollarse mínimamente en España por las especiales condiciones socioeconómicas y políticas que aquí sufríamos".

Y es que ser hippy en España -como dijera el periodista y escritor Luis Carandell- era "casi una postura heroica". Desde luego, había una minoría de hippies auténticos, pero los que más abundaban eran los hippies de temporada. El "hippismo de plástico -o simple snobismo- llegó a tales extremos que en el madrileño hipódromo de la Zarzuela se celebró una concentración "hippy", con fines benéficos, a la que asistieron las nietas del propio general Franco, las señoritas Fierro, Osuna, March, Urquijo, Vega Seoane, el Dúo Dinámico y otros prometedores retoños del Régimen. La prensa del momento puntualizaba: "En realidad se trataba de una fiesta de disfraces. Sólo que el modo de vestir de los 'hippies' se presta para estas cosas".

A decir verdad, aquí en España, más que hippies hubo -y continúa habiendo- freaks (literalmente del inglés, raros o extravagantes), personajes malditos, más o menos inadaptados o automarginados, que se drogaban y rechazaban de forma visceral el orden social vigente pero que, aparte de eso, no poseían una ideología común ni concreta.

Efectos de la prohibición

Si bien inicialmente el LSD contaba, como principal atractivo, con la posibilidad química de transgredir la realidad, al convertirse en una sustancia prohibida se añadía la posibilidad real de infringir la norma. Dicho de otro modo, a la atracción de experimentar estados de realidad no ordinaria se agregaba la tentación por el fruto prohibido y la fascinación por el peligro. Las consecuencias no se harían esperar, e inmediatamente el LSD comenzó a venderse y consumirse en otros lugares -aparte de Ibiza y Formentera- del estado español como Madrid, Barcelona y la Costa del Sol.

Antes de la prohibición pocos hubieran dudado en calificar de valientes a los intrépidos psiconautas. No obstante, tras la prohibición, esos mismos valientes se convirtieron, de repente, en culpables. Por lo tanto, la consecuencia más visible de la prohibici6n de las drogas visionarias fue la lucha que desataron las fuerzas, del orden contra el LSD y sus usuarios, a quienes, invariablemente, les era aplicada la famosa Ley de Vagos y Maleantes (sustituida en 1970 por la Ley de Peligros¡dad Social).

Aunque en 1969 ya se decomisaron algunas cantidades de dietilamida de ácido lisérgico, la persecución policial contra los consumidores y traficantes de psicodélicos comenzó en febrero del año siguiente con la detención de algunos jóvenes que organizaban acid parties (fiestas ácidas o fiestas de ácido) en algunos chalets de las afueras de Madrid y de varias personas en Valencia, Madrid y Barcelona.

Y el cerebro se destapó

A principios de la década de los setenta la psicodelia conoció su edad de oro en Barcelona. En lugares como "Les Enfants Terribles" y la librería "Trilce" se daban cita intelectuales, veteranos del rollo y demás freaks ansiosos de viajar o alterar. Existían grupos de psiconautas más o menos constituidos como la llamada "Cofradía del Vino' (formada por un grupo de intelectuales simpatizantes o curiosos del LSD) y el "Tercer Frente de Liberación Un¡versal", que lanzó el "Manifiesto de la Soledad" (un discurso introspectivo y psicodélico).

La nómina de pioneros en experimentar los efectos del LSD contaba ya con algunos nombres que, años más tarde, alcanzarían cierta fama y notoriedad: Antonio Escohotado, Mariano Antolín Rato, Luis Racionero, Fernando Savater, Víctor Gómez Pin, Fernando Sánchez Dragó, Félix de Azúa, Eduardo Urculo, Antonio Martínez Sarrión, Damiá Escudé, Pau Riba, José Luis Giménez Frontín, María José Ragué, etc. Ninguno de ellos ha renegado jamás de sus experiencias psicodélicas, toda vez que gozan de una envidiable lucidez y salud mental, así como de un espíritu crítico fuera de cualquier duda. Sin embargo, los efectos de los alucinógenos no son siempre placenteros y agradables. Para que la experiencia psicodélica sea asimilada por el individuo, en sentido positivo, requiere cierta preparación o predisposición psicológica, una actitud previa segura, serena y contemplativo, y el marco de una comunicación grupal. Por ello, si la ingestión de LSD o de cualquier otra droga visionaria no se hace en condiciones adecuadas, la excursión psíquica puede ser muy angustiosa. En este sentido, es cierto que en algunos casos pudieron apreciarse síntomas de especificidad psiquiátrica, como resultado del empleo del fármaco: cuadros alucinatorios-paranoides, más o menos intensos, consecuencia de la confusión mental y de la angustia producida por un cuelgue de ácido en jóvenes poco avezados o de un mal viaje. Esos cuadros, aunque espectaculares, según el psiquiatra González Duro, solían desaparecer en pocos días y, "a veces, sin tratamiento específico". Era evidente que el LSD no podía enloquecer a nadie que previamente no estuviera ya loco.

Un nuevo paisaje, desvelado por la psiquedelia

A pesar de este hecho, algunos psiquiatras pretendieron legitimar científicamente la prohibición que pesaba sobre el psicofármaco. La intervención de supuestos expertos como el catedrático Luis Rojas Ballesteros no vino sino a reafirmar la tesis de que la dietilamida de ácido lisérgico estaba prohibida, no tanto por atentar contra el interés de la salud pública, sino más bien en aras de la moral social imperante, ya que podía inducir a la negación de los principios de actividad, trabajo productivo, utilidad social y rentabilidad económica, es decir, porque atentaba directamente contra los pilares básicos del orden social establecido.

Para entender la gran intolerancia que durante el último lustro del franquismo comenzaba a pesar sobre los alucinógenos debemos tener en cuenta, en primer lugar, el obtuso discurrir de ciertos empresarios morales que condenaban el empleo de determinadas drogas extrañas al sistema social por considerarlo, de forma simplista, el causante de la rebelión de la juventud, cuando, en todo caso, no era sino un síntoma o una manifestación más del enfrentamiento generacional. Por otra parte, cada vez se hacía más evidente que, en una sociedad moderna y en vías de desarrollo, el establishment precisaba de individuos aislados, frágiles, sumisos, convencidos, competitivos y rivales entre sí, para lo cual valían perfectamente drogas psicoactivas como el alcohol y las anfetaminas. En cambio, no servían las drogas visionarias, pues, en palabras de Mario Maffi, "podían apoderarse de vastísimos estratos de jóvenes decepcionados de la política o demasiado individualistas para dedicarse a ella, que en estos productos 'externos' hallaban el camino para el rechazo del sistema, la Alineación de los procesos productivos, la formación de un notable ejército de descontento y de opinión".

Aires de libertad

Hacia 1971 aparecía en la revista Inmersión un artículo de Ramón Melcón, titulado "El universo de las drogas creadoras de conciencia", que seguía de cerca los mismos planteamientos sugeridos en 1967 por Antonio Escohotado. La psicodelia era una realidad, y así lo confirmaba, por ejemplo, la producción literaria de muchos autores españoles. Desde un Angel Palomino, fiel exponente del Régimen, para el cual "la imaginación... no necesita estímulos alucinatorios para llenarse los ojos de imágenes hermosas, los oídos de música y el alma de alegría", hasta Javier García Sánchez, quien, a pesar de no haberlo probado, se autodefinirá como "un hijo del ácido lisérgico, del LSD", pasando por Mariano Antolín Rato, para el que "hoy en día no hay modo de saber lo que se toma", los escritores españoles irán incorporando en sus obras referencias muy concretas al fármaco: Juan Marsé, Xavier Noguerol, Rosa Montero, Jesús Ferrero, Javier Memba, etc.

Sin embargo, la psicodelia nunca llegaría a arraigar profundamente en el estado español, excepto en contados círculo minoritarios. Lo cierto es que con el restablecimiento de la democracia y el nuevo clima de libertad se produjo una desmitificación de la psicodelia. Hasta tal punto que en 1979, el psiquiatra González Duro daba la psicodelia en España prácticamente por desaparecida.

En este sentido, no es de extrañar que en 1986, precisamente el año que más cantidad de LSD se ha decomisado en el estado español, Jesús Ferrero se quejara amargamente, recordando los años del fervor psicodélico: "Porque ahora, cuando te tomas un ácido no alucinas. Y puede ser por dos cosas. Porque los ácidos son peores, o porque nosotros hemos cambiado... Es decir, que la vida real estaba llena de un ambiente de alucinación y cualquier mínimo elemento te disparaba. Que era una época alucinógena en sí misma".

Malos tiempos

Desde 1973 el mercado negro de drogas en España había comenzado a verse inundado de heroína. Se trataba de una invasión "pensada especialmente para vencidos", según palabras de Eduardo Haro Ibars. Algo parecido sucedería a partir de 1982 con la cocaína, una droga que dejará de ser consumida exclusivamente por restringidos círculos minoritarios de elite y que, poco a poco, sutilmente promocionada desde Estados Unidos, irá ganando adeptos entre todas las capas sociales.

Prácticamente, casi la totalidad de los consumidores y adictos a la heroína, así como muchos usuarios de cocaína, habían probado anterior o simultáneamente sustancias psicodélicas como haschisch y LSD. De manera que algunos expertos en la materia, los mismos que habían condenado la marihuana y el LSD por sus supuestas propiedades intrínsecamente criminógenas y enloquecedoras, disponían de un nuevo argumento en contra de los alucinógenos: el consumo de derivados del cáñamo y de LSD conduce inexorablemente al consumo progresivo de otras drogas como la heroína y la cocaína. Pero el hecho de que la mayoría de usuarios de heroína y cocaína hayan consumido previamente drogas visionarias, no da pie a asegurar que éstas lleven a las otras. Falta saber el número de consumidores de sustancias psicodélicas que jamás pasaron -ni pasarán- a emplear heroína o cocaína, aunque, como asegura González Duro, "es fácil adivinar que son muchísimos más los que no escalaron a las drogas duras que los que sí lo hicieron'.

En 1979, un "viajero incorregible" de la talla de Mariano Antolín Rato publicaba en la revista El Viejo Topo un artículo extenso, que en la actualidad resulta imprescindible para comprender el desarrollo de la psicodelia en el estado español. Partiendo del análisis de la situación en la España de finales de los setenta, Antolín Rato proponía una profunda reconsideración sobre las drogas multiplicadoras de conciencia, abordando múltiples aspectos: principales consecuencias derivadas de su prohibición, efectos y posibles peligros, relación con la práctica sexual, etc. Este experimentado psiconauta concluía su disertación preguntándose sobre el futuro de la psicodelia, para rematar con una introspección, muy personal: "La historia del movimiento psicodélico (asunto sobre el que hasta ahora no había tenido tiempo de reflexionar, ni de hacer recapitulaciones) sigue. Aún no puede ser contada adecuadamente. Al menos como Historia. Lo que, a lo mejor, ni maldita la falta que hace".

El resurgir

A medida que transcurría la década de los ochenta, la ilusión desbordante que había presidido la segunda mitad de los años setenta se desvanecía y abría paso a la normalidad, la rutina y la resignación. Algunos artículos como "La sicodelia revisitada" de Ramón Surio y Ton¡ Talarn, o "El gran resacón del LSD" escrito por Jaime Gonzalo, sólo constituían un repaso nostálgico de aquello que había significado el movimiento psicodélico y el fenómeno hippy en Estados Unidos, allá entre 1964 y 1969. Parecía que el escepticismo final de Mariano Antolín Rato estaba más que justificado.

Unicamente en Valencia y su área de influencia se detectaba un consumo masivo y difícilmente explicable de mescalina entre ciertas tribus urbanas juveniles, que habían hecho de la noche sin fin y del baile en discotecas after hours (literalmente, del inglés, "después de horas"), su peculiar forma de entender el ocio. Algo parecido sucedía en Ibiza con la metilenedioximetanfetamína, conocida popularmente como éxtasis, una especie de psicodélico sintético, que Antonio Escohotado califica de "potencia leve o media".

En 1989, de un modo un tanto inesperado -las excepciones de Valencia e Ibiza, en principio, no hacían presagiar que fuera a cundir el ejemplo- pudimos asistir a un reaparecimiento de la psicodelia. El resurgir psicodélico, en este caso, venía directamente asociado con la irrupción del acid house (de traducción literal carente de significado, se trata de una música rítmica de baile) y su estética visual.

El nuevo psicodelismo no tenía nada que ver con las tesis de L~, en cambio, sí que guardaba bastante relación con la actitud de Kesey y los Merry Pranksters, pues se trataba -aun de forma involuntaria o inadvertida- de integrar definitivamente el baile -qué mejor manera de experimentar la alegría del movimiento, la vida en acción- dentro de la psicodelia. En pocos meses, las pistas de las discotecas más punteras del estado español se vieron inundadas de jóvenes que danzaban al ritmo frenético del acid house y otras variantes musicales, cada vez más cibernéticas (máquina, bacalao, toma-toma ... ), rindiendo culto, de esa forma, al baile y la noche.

En el vasto mercado abierto inicialmente por la mescalina en Valencia y por el éxtasis en Ibiza, el LSD ha reverdecido viejos laureles. No obstante, se han ido colando por la misma puerta otras sustancias psicoactivas, muchas de ellas de ignorado potencial: las denominadas "drogas a la carta", "drogas a medida' o "drogas de diseño". Periódicos y revistas de muy diversas tendencias han transmitido la preocupación por este hecho a una opinión pública española cada vez más alarmada e intolerante con el consumo de cualquier tipo de droga, siempre que sea ¡legal. Sin embargo, Antonio Escohotado, con la publicación de sus obras Historia general de las drogas (1989), El libro de los venenos (1990) y Para una fenomenología de las drogas (1992), ha hecho posible para el gran público en su conjunto un acercamiento al tema de las drogas, con probada seriedad y rigor científico.

El futuro

El hecho de que a mediados de julio de 1992 hayan compartido la mesa de oradores personajes como el químico Albert Hofmann, el filósofo Antonio Escohotado, el psiquiatra Javier Escobar, los escritores Javier Marías y Carlos Suñén, el arquitecto y periodista Xavier Utray, el autor y director de teatro Albert Boadella y la cantante Olvido Gara, Alaska, en un curso de verano de la Universidad Complutense, ejemplifica el interés que existe actualmente en España por la psicodelia. Varias generaciones de psiconautas intercambiando experiencias y hablando sobre "Locura y creatividad", bajo la tutela de la doctora Elena Ochoa, directora del curso. Como telón de fondo, el LSD y demás alucinógenos. Por si esto fuera poco, el número extra de verano 1992 de la revista Ruta 66 dedicó un completo informe de Carlos Riobo sobre el LSD, en el que trata de derribar algunas falsedades y rebatir viejos tópicos, contemplando el fenómeno LSD, desde múltiples dimensiones y buscando "respuesta a los enigmas científicos y las pistas falsas, las mentiras y la reaccionaria actitud del sistema?'.

Es difícil predecir el futuro que aguarda a la psicodelia, entre otras consideraciones, porque las drogas visionarias siguen alimentando la nómina de drogas prohibidas. Aunque cada vez son más las voces cualificadas que abogan por la legalización de las drogas, incluso entre los defensores de esa opción liberalizadora hay personas, como la escritora Elena Soriano, que continúan opinando que el LSD "es la peor droga", ya que "es mucho más grave enloquecer que morir'. Sigue planeando, pues, el mito de la demencia sobre los navegantes del espacio profundo interior.

Por lo demás, no podemos olvidar los progresos lisérgicos alcanzados por Stanislav Grof con la psicología transpersonal. Este investigador, psiquiatra y psicoanalista, quien ha venido aplicando LSD en psicoterapias desde los años cincuenta, comenzó estudiando lo que a él le parecían paralelismos sorprendentes entre la experiencia psicodélica y los estados excepcionales de conciencia asociados a las ceremonias curativas aborígenes, los ritos de paso y prácticas iniciáticas, los procedimientos chamánicos y las prácticas de numerosas tradiciones místicas y yóguicas. Finalmente, Grof ha llegado al convencimiento de que a los estados de conciencia inducidos por el LSD también se puede acceder mediante determinadas técnicas de respiración, combinadas con música evocativa, ejercicios corporales y arte. Ha dado a su método el nombre de "terapia holotrópica" (de las palabras griegas "holos" y "trapein", que significan "el todo" y "dirigirse a").

Desde otro vértice de la ciencia, actualmente, con la denominada realidad virtual, sí que parece que al LSD le ha salido un serio competidor o complemento cibernético, ya que a juicio de los expertos -Leary y Burroughs, entre otros- con este ingenio de la informática cabe la posibilidad de realizar un viaje electrónico muy parecido al que puede experimentarse bajo efectos del psicofármaco.

De todos modos, a pesar de poder verse superado el LSD por esta doble probabilidad científica, sí son ciertas las aseveraciones de la popular Lola Flores (que con motivo de sus problemas fiscales con Hacienda llegó a declarar: "Lo mío sólo se puede entender si se ha tomado ácido"), y aún cabe depositar ciertas esperanzas en el LSD como medio idóneo para hacer más comprensible al ciudadano de a pie su compleja servidumbre con respecto al poder del Estado.

Juan Carlos Usó Arnal
http://www.imaginaria.org/uso.htm